lunes, 17 de abril de 2017

Huracán

Huracán del seso al meñique de los pies. Huracán que alborota todo a su paso, difícil de doblega, cabezón hijo de puta. Si atrapas un huracán se convierte en nada y si lo dejas hacer se destruye a si mismo. Muro de polvo y piedras que erosiona todo a su paso y en su interior un crudo y tímido silencio que a casi nadie deja ver. Cuanto más grande es su fuerza más bello es su interior, esa fuerza que lo destruye a él y a todo el que intenta acercarse. A su paso siempre deja una estela de arrepentimientos. Sigue girando, duro, veloz, que nadie se acerque, sigue quemando hasta desaparecer, hasta que todo salte por los aires en un volcán de reproches y frases hechas. Sigue girando sin dejar que un rostro arañado deje pequeñas gotas de sangre en tu interior.

Y te de paz, mucha paz.