jueves, 26 de noviembre de 2015

Pupila contra pupila

Jugábamos a ser dos locos que lanzaban monedas al aire y deseaban que nunca saliera cara, y lo único que se oía era el sonido de los cristales cuando resonaba el metal, la lluvia de níquel y latón. Daba igual en qué dirección lanzásemos la moneda, siempre sonaba a cristal y metal. Peceras desde las que se puede ver y sentir, pero nadie te puede hacer daño. Peceras donde se crean ilusiones ópticas, donde hay que cerrar los ojos para sentir tu mano. Al arquitecto se le olvidó que un cristal a prueba de balas no es suficiente cuando se clavan tus ojos. Esos ojos no entienden de física, pero apuntan directos al corazón, milimétrico, al mismo centro de mi ser. Pupila contra pupila, a través de la pupila, disparo perfecto.

domingo, 8 de noviembre de 2015

Me he perdido

El chasquido de unos dedos contra mi, el pecho derritiéndose contra las paredes de una habitación malherida donde nunca has pensado tan siquiera en perderte. Lo único cierto es el roce de mis dedos con tu cuello, de tus labios con los míos de mi nariz con tus pestañas y de tu alma con las mía haciendo ritos de magia negra donde solo hay sitio para dos.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Tinta china para el color de tus ojos.


Son tus ojos de bruja los que cortan venas. A kilómetros ya huelen, pero cuando chocan nuestras narices es cuando inundan de salitre mis pulmones. Ojos de mar. Ojos negros donde no llega la luz que apenas dejan para dibujar tu silueta. Ojos que callan mientras exhalas para que se oigan las olas de tus pestañas. Ojos que le quitan el protagonismo a las estrellas que se reparten por tus mejillas. Ojos de luna, de luna negra, que cala. Que me cala y no puedo dejar de mirar, tengo miedo y no puedo dejar de mirar esperando a que se rompan en mil pedazos y me tiñan de ese negro, de ese olor a sal. Miedo es poco cuando hablo de ti, poco es nada, pero esos ojos que no tienen dueño tampoco tienen escala para definir el miedo. No preguntan, y yo solo pienso en el sonido de las gotas contando los segundos que faltan para volver a sentir ese miedo, para volverme a poner cara a cara contra esos ojos y dejar que se pare el mundo mientras se acelera mi corazón.