Hice de ti trozos tan pequeños que te fundiste con el aire, y aún así no llegué a comprenderte en su totalidad. Ahora junto los suspiros, las arañas, las miradas, las cenizas...Cada pieza con cuidado esperando con recelo que te vuelva a desmontar.
De las mil y una veces que me miras y preguntas por qué sonrío, por qué te miro, por qué no hablo... Callo para oirte, miro para entenderte y sonrío cuando encuentro una nueva forma de volverte a desmontar.
viernes, 28 de octubre de 2011
viernes, 14 de octubre de 2011
Parece mentira que lo escribiera hace tanto y que aún así te siga definiendo a la perfección.
Verde oliva y rojo frambuesa, y mi lengua guardada en tu jaula. Esponja, Absorbes mis sentidos con destreza. De tu cuerpo y de sus mil sonidos, de la resonancia de esa caja musical perfecta. De tu blanca piel de cereza. De mis labios paseando desde tu ombligo a las estrellas y tan callando, bajando, hasta el infinito bajando. La brisa me da pereza…
Y la constante de Madelung me recuerda a tus tetas, gelatina de fresa.
Verde oliva y rojo frambuesa, y mi lengua guardada en tu jaula. Esponja, Absorbes mis sentidos con destreza. De tu cuerpo y de sus mil sonidos, de la resonancia de esa caja musical perfecta. De tu blanca piel de cereza. De mis labios paseando desde tu ombligo a las estrellas y tan callando, bajando, hasta el infinito bajando. La brisa me da pereza…
Y la constante de Madelung me recuerda a tus tetas, gelatina de fresa.
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