Aún sigo midiendo las distancias, confundiendo los pulgares con pulgadas, los meñiques por tu espalda. Sudando en la cama, gritando a los fantasmas, convirtiendo en gelatina las palabras. Temblando al conducir, abstrayéndome del mundo cuando vienen a por mi. Y aunque ya no piense en ti, aún sigo recordando,las palabras mágicas para hacerte sonreír.
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